La malvada vendedora de pan

Me enloquece. Unas irrefrenables ganas de romper el local me invaden.

Como para empeorar la cuestión, la señora posee un trato hipócritamente amable (su sutil sonrisa prefabricada deja vislumbrar un dejo de sorna) que me hace irritar aún más.

Nunca creí que pedir medio kilo de pan pudiera impacientar tanto.

Si no fuera porque es tan rico ese pan ya hubiese dejado de concurrir a Pec@s para comprarlo. 

Cada vez que voy, luego de emitir mis necesidades, la señora procede (colocándose muy correctamente un guante de plástico) a colocar los pancitos en una bolsa y pesarlos. Ahí comienza mi tortura. Sucede que la señora es la ejecutora de un desesperante ritual destinado a leer exactamente 250 g (doscientos cincuenta gramos), el cual consiste preponderantemente en el método de tomar delicadamente (léase: imaginen que estira sus añejados dedos y usa las yemas como pinzas) un pan (sin quitar la mirada del display de la balanza) y sostenerlo (habiendo hecho previamente el encolerizante quiebre de muñeca) para verificar que el peso no exceda los dígitos 2 5 0. Luego, si bajó demasiado, vuelve a introducir el pan que había sacado y toma otro pan. Iterar hasta que efectivamente haya 250 g en el fuckin display de la fuckin balanza de la fuckin señora.

Tras varias veces de haber sido el cordero sacrificado de este ritual, he decidido apaciguar mis aguas observando la variedad de facturas, dar media vuelta para chusmear los tipos de torta o bien recorrer mensajes viejos en el celular. 

No obstante, siempre termino viendo el (desquiciante) resultado final: todas las fuckin veces logra darme 250 gramos clavados. Cueste lo que cueste, se asegura de arribar a esa cifra. Y sencillamente me saca. 

Desde ya que técnicamente la señora no está haciendo nada mal. 

Pero, ¿qué más da? Me vuelve loca todo el asunto. End of story.

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PD: Si te diste cuenta que hay un error (porque dice medio kilo de pan = 250 gramos) sos un/a capo/a. =) La justificación es que estaba tan disgustada que uno se confunde  fácilmente.