Y la estación preferida del año llegó.
Esa dulce melancolía que envuelve el corazón
y que se infiltra por los recovecos para darnos fuerzas.
Me encantás. Y no puedo evitarlo.
Te siento mío, te siento cercano.
Hasta tu nombre es patriótico, incluyendo ese caracter
que nos distingue (hasta en los teclados :P)
Quizás este año tu estadía sea más corta
pero, sinceramente, no me importa.
Quedate un ratito; dale. Abrazá mis días de cansancio
y deciles que dejen de quejarse.
Dales, en cambio, una amplia y duradera sonrisa.
Al mal tiempo buena cara.
Pero con vos, no hay mal tiempo.
Con vos hay hojas secas, caminatas alegres,
pasos con risas (y miradas desconcertadas ante tal espectáculo).
Sin vos... No quiero ni pensarlo.
Dale, vení, quedate. Yo sé que estás jugando a las escondidas.
Ok, pido. Basta de bromas. Ganaste. Ahora, ¿venís? (¿Por fis?)
Yo ♥ OtoÑo.
Y si pudiera componerte una canción, lo haría.
Pero soy mala con las rimas y mi voz apesta.
So, por lo pronto, conformate con estas oraciones. =)
Pero soy mala con las rimas y mi voz apesta.
So, por lo pronto, conformate con estas oraciones. =)
Foto: hace unos años, en la costanera de Olivos.
Cómo me gusta ver a los barriletes surcando los cielos.
