martes, 8 de junio de 2010

El aleteo del colibrí

Pasar, pasar, pasar, pasaron las horas.* Te levantaste relativamente temprano, decidiste que era un día espléndido para sentarte a estudiar (¿qué creían que iba a decir? ¿Pasear, ver a tus amigos, salir a trotar? Juaz, ingenuos) e intentar ponerte al día. Y de repente son las 10 am. ¡Bancá! Apenás si me levanté y estuve pensando qué hacer mientras tomaba el desayuno. ¿Qué onda? ¡¿Ya las 12?! Recién terminé de bañarme y acomodar un par de cosas. Y así se te fue la mañana entera en... prácticamente nada.

Luego, al médico (o los médicos, depende del día). Ajá, ajá. Todo en orden. Salvo la parte de "vamos a tener que subirte el aumento". Creo que cada vez estoy más chicata. 
¡Las cinco de la tarde! Faaaa. Ni siquiera tuve tiempo de almorzar. Esto no puede ser.
Salgo de la clínica, camino a ninguna parte (mentira, a casa, a tener un amorío con mis libros) y recorro con la mirada las expresiones tétricas de quienes regresan a sus hogares, ya sea en auto, colectivo o caminando. Nadie es feliz. Nadie sonríe hoy en día. O será que se guardan las sonrisas para ocasiones especiales. Quizás están muy cotizadas actualmente y nadie me contó. ¡Y yo regalándolas como si nada!

Y eso me recuerda (vaya uno a saber la intrincada relación mental establecida) que el otro día fui a dejar en el correo la carta para mi amiga de Santa Fe (Capital). Espero que le haya llegado. Y si no te llegó aún y ya leíste esto... bueno. Te va a llegar una carta. Y te arruiné la sorpresa yo solita. Shame on me.


* resulta que escribir eso me hizo pensar en la canción de Coti, creyendo que estaba empleando exactamente la misma frase. Y no. Resulta que NO. Pero dado que tuve un hipervínculo a ese tema, acá va:



¡Yo me quiero quedar!

1 comentario:

BetangaX dijo...

Sobre la velocidad extrema con que el tiempo se drena podría escribir "largo y tendido", pero no creo que sea nada nuevo para nadie.

Una sola cosa que objetar a tu texto. No sé tus médicos, pero los míos no me dicen "vamos a tener que subirle el aumento"
Los comerciantes puede ser, pero los médicos, bah, los oftalmólogos, te hacen decidir a VOS el aumento, lo cual es mucho peor. Luego simplemente te sonríen y te tiran el número, siempre mayor al que vos esperás (no, no sirve autoconvencerse de un número bajo antes de entrar).
Ahora, ¿habrá alguien en la historia a quien le hayan dicho "vamos a tener que bajarte el aumento"?
Eso sí sería buena onda...

¿Aleteo del colibrí? Futurama, en el capítulo de los 300 dólares. Masterpiece.

¿Sonrisas en público? Están ahí, sólo tenés que recordarles que sos tan humano como ellos con algún comentario o actitud graciosa (pero no ridícula), y salen solitas. Eso sí, te tenés que aguantar el trato humano, como mínimo por unos segundos, y eso a no todos les copa. Además, si todos anduvieran sonriendo... molestísimo, yo extrañaría las caras de nada y las miradas esquivas, creo. Creo que depende el día y mi ánimo personal.
La mayor parte de los días sonrío yo y eso me hace parecer que los demás lo están haciendo.
Ahora que lo pienso, espero nunca ser otra persona y cruzarme conmigo, sonriendo con cara de idiota...

Menos mal que es como es, así lo que me alegra es una sonrisa de un desconocido y no una cara de tujes en el mundo hipotético ese :P.

Jajaja, bueh, prosiguiendo, la confusión con las líricas de Coti es aceptable, creo que es común en mucha gente que conozco, incluyéndome... Además todo el mundo sabe que las modas nunca terminan de "pasar", sólo se duermen por un tiempo. Las horas, en cambio, sí que pasan, y a los pedos.

Y la hidden phrase viene muy a lugar teniendo en cuenta de que tus links se abren EN LA MISMA PESTAÑA. ¡Yo me quería quedar!

¡Y feliz "triati", para todo el mundo!

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